Mi primer día al trabajo con ciclomotor: primeras impresiones
Después del súper préstamo que mi amiga Isabel me hizo, cediendo temporalmente su ciclomotor por falta de uso, hoy ha sido el primer día que iba al trabajo con él y que conducía de día con el tráfico habitual de una gran ciudad como Barcelona.
Aunque la ilusión me invadía, no era pocos los miedos o reticencias propias y de mi entorno de que me desplazara en ciclomotor, por considerarlo poco seguro y peligroso. Una vez puesto en marcha y siendo solo el tercer día en el que he conducido un ciclomotor en mi vida, me he sentido muy cómodo y seguro en el manejo. El trayecto en si ha sido tranquilo y finalmente he llegado al trabajo sin problemas. Ha sido una vez que he llegado al mismo cuando he sacado varias conclusiones o primeras impresiones de desplazarse por la ciudad con un ciclomotor.
Lo primero es que he tardado lo mismo que cuando me desplazaba en Metro, algo curioso pero que rápidamente he vinculado a mi modo de conducir… método coche, es decir, nada de adelantamientos no permitidos, zigzags entre los coche y demás maniobras que se observan diariamente en una gran parte de los conductores de motos. Poco después, comentándolo con los compañeros de trabajo que se mueven también con moto, me han dejado claro que el método de reducir tiempos desplazándose por una ciudad como Barcelona es precisamente realizar ese tipo de maniobras, ya que sino se pierde casi el mismo tiempo que yendo en coche. Precisamente ese tipo de conducción es el que siempre he considero que es lo que hace peligroso el ir en moto.
Por lo demás, todo positivo, ya que la sensación de libertad y autosuficiencia respecto a depender/viajar en transporte público (el cual siempre he defendido) ha sido enorme.
Solo me queda ver con el paso de los días y el uso, si acabo adaptando mi estilo de conducción al del ciclomotor o por lo contrario limito su uso a desplazamientos ocasionales y sin prisas.